No recuerdo con claridad cuando fue la primera que escuché música clásica, pero si que a los 9 años mi papá volvió a comprarse cassettes de las mejores canciones.
Por entonces no había aún gran variedad de Discos compactos... si bien Strauss, Vivaldi, Mozart, Chopin, Ravel y los demás eran impresionantes, ninguno me llamó tanto la curiosidad ni me gusto tanto como Ludwig van Beethoven.
Si alguien ha leido con deleite La Divina comedia de Dante Aligheri, sabe lo que sentía al escuchar en repetidas veces las composiciones del genio sordo.
Su vida, obviamnete la leí, era una tragedia llena de esfuerzos y logros, de ingenio y la busqueda del amor. Mi caracter es igual... tonos altos y bajos, un frenesí armonioso de sinfonías y silencios con voces de coro entremezclados en una gran composición llena de ternura, dolor, pasión y que llega al alma.
No es para menos... mi emoción no tuvo límites cuando vi la película "Copiando a Beethoven", cuando da el concierto... es absolutamente magistral, es sublime... no hay palabras para expresarlo... me siento como la gente que le escuchar, con lágrimas en los ojos, sentimientos encontrados en la garganta y con al necesidad de pararme y aplaudir como si hubiera tocado Metallica.
Copiando a Beethoven:
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