Aparentemente, los invitados principales (ministro y viceministro) no eran dignos de ver las fachas en que los alumnos de la escuela de Psicología y Comunicaciones se encontraban. Nuestros atavíos talvez no tengan nada que ver, pero el hecho es que por un aproximado de 30 minutos se prohibió el ingreso del alumnado a pesar de tener clases, presentación de trabajos
y la posibilidad de avanzar sus trabajos en las horas libres de talleres.
El personal de seguridad informó que la disposición venía del decanato y que las diferentes áreas habían sido informadas (tales como Televisión, Radio, etc.), por lo que la responsabilidad de informar a los alumnos recaía en los encargados de áreas. Sin embargo, como es típico de nosotros, muchos de los jóvenes se fueron contra los encargados de la entrada, quienes culpa alguna no tenían. Los alumnos, algo airados pero sin llegar a los insultos, tenían ciertos ademanes, miradas y palabras que indicaban su disgusto, el cual lo descargaban en aquellos inocentes, en esos trabajadores honestos y honrados.
En otras ocaciones, según recuerdo si temor a errores, la escuela de Ciencias de la Comunicación ha realizado eventos similares, conferencias y seminarios en el mismo edificio y no se impidió el ingreso o libre tránsito de alumnos. También durante horas de clase.
- Si seguimos así, porque no creo que haga falta resaltar con otro color los errores/horrores, tendremos la misma clase de profesionales mediocres e individualistas que hoy en día manejan nuestro país, sin importarles otra cosa que su persona e intereses.
Disculpenme autoridades pero no comprendo el criterio que usan, las ideas que tienen. PERO NO LE VEO EL SENTIDO.
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